El nombre es el primer texto que se aborda de manera escrita en la clase
de Educación Infantil cuando trabajamos desde un modelo
constructivista. No se trata solo de que aprendan a escribirlo, eso
pueden llega a hacerlo sin tener ni idea de lo que están poniendo, sino
más bien de observarlo, compararlo, desgranarlo, recomponerlo... Hasta
que se interioriza de una manera significativa, o sea, se empiezan a
establecer relaciones mentales entre las letras que lo componen, los
sonidos que se escuchan en su nombre y las letras de otros nombres o
palabras que ya conocen. Así, casi sin darse cuenta, a través de juegos,
ellos van aprendiendo a reconocerlo, escribirlo y descomponerlo para
escribir otras cosas.
¿Por qué el nombre?
Porque es el texto que define al peque desde que nace. Cuando alguien lo dice ellos se sienten aludido, está conectado con su propia identidad así que siempre es motivador para ellos cualquier actividad relacionada con él: se sienten protagonistas.
Porque es el texto que define al peque desde que nace. Cuando alguien lo dice ellos se sienten aludido, está conectado con su propia identidad así que siempre es motivador para ellos cualquier actividad relacionada con él: se sienten protagonistas.
Por eso hoy hemos realizado otra actividad en la que teníamos que
reconocer la letra inicial de nuestro nombre y la de nuestros
compañeros. Nos hemos sorprendido cuando nos hemos dado cuenta que hay
amigos que tienen la misma inicial que nosotros aunque ¡¡¡su nombre es
distinto!!!
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